• Soñando con el Hombre Oscuro, el Depredador del alma femenina

ANALÍA BERNARDO - TALLER LA SABIDURÍA DE LOS SUEÑOS
Todas las mujeres soñamos al menos una vez en la vida con el Hombre Oscuro, con el Depredador, y basta mencionar tal sueño para que lo evoquemos con inquietud. Pero ¿quién o qué es? Durante el sueño aparece como un merodeador, un asaltante o violador vestido de negro que ingresa en la casa o al cuarto de la soñante para atarcarla en la cama. Su rostro permanece en penumbras y sus rasgos están desdibujados. Es un desconocido a veces “conocido”, aunque no veamos su rostro.
Solemos pensar que se trata de una fantasía de violación pero el Hombre Oscuro rara vez ataca sexualmente. Más bien es un depredador cuyo objetivo es la garganta, el centro vital por donde fluye nuestro aliento; por donde nos alimentamos y expresamos ideas y sentimientos. De esta manera, el Hombre Oscuro impide que respiremos con libertad y profundidad, que nos expresemos y obtengamos la nutrición material y espiritual que necesitamos.
Durante el sueño intenta inmovilizar a la soñante sujetándola con fuerza mientras que ella lucha para liberarse. Pero otras veces se siente impotente para liberarse, gritar pidiendo ayuda y enfrentar al depredador. Es un ataque de amplias dimensiones al que deberíamos prestarle atención antes de descartarlo como una tontería sin sentido. Ignorar este sueño no hace más que darle más fuerza y poder a un aspecto interno de la psiquis femenina que se ha desmadrado por diversos motivos, y se ha identificado con una mirada negativa de lo femenino.
Para las psicólogas junguianas Clarissa Pinkola Estés, Marion Woodman y Ann Ulanov este tipo de sueños se produce cuando las mujeres estamos atravesando un importante cambio en nuestra vida como suele suceder con la entrada al mundo adulto siendo jóvenes, y en la mediana edad, entre los 40 a los 50 años, por ejemplo. Entonces el Hombre Oscuro intenta abrumar al ego de la mujer para que no haga el cambio y deje todo como está a costa de que la soñante termine deprimida, insatisfecha e irritable sin saber de dónde proviene su malestar.
También cuando la vida, aparentemente normal -con esposo, hijos, trabajo, profesión- ha llevado a la mujer a desconectarse de su naturaleza femenina y de su Yo más profundo. Otras veces es un claro indicio de una persona o situación depredadora externa en la vida cotidiana de la mujer.
Para la junguiana Marie-Louise Von Franz, el Hombre Oscuro es un “ánimus negativo” que en lugar de ayudara la mujer a realizar su travesía por la vida se vuelve en su contra y obstruye su desarrollo espiritual, emocional, intelectual, social. Y es posible que la mujer haya depositado en ese ánimus las proyecciones negativas acerca de lo femenino que ha recibido de su familia, la religión y de la cultura. La desvalorización y la baja autoestima alimentan a este Hombre Oscuro que aparece en el sueño a reclamar su víctima.
Este sueño ¿es un anuncio, una premonición? Encierta manera sí. Para Pinkola Estés, Marion Woodman yAnn Ulanov como también para sus antecesores, Carl Jung y Von Franz, el sueño con el Hombre Oscuro le está advirtiendo a la mujer de una situación que no puede dejar pasar y que va a tener su correlato en la vida exterior. Una persona o situación la va atacar, o ella misma se va a inflingir algún daño.
Trabajando con mujeres y sus sueños he podido observar que algunas tienen dificultad para respirar profundamente y lo hacen de una manera superficial, entrecortada y por la boca. Otras sufren persistentes alergias nasales, y rinitis, que desmejoran su calidad respiratoria y sus cuellos y hombros están muy tensos. Y si se indaga un poco más es posible advertir una actitud de indiferencia o desconexión con el cuerpo, con la propia nutrición, descanso y bienestar de algún tipo. O bien, aún teniendo todo preparado la mujer hace fracasar sus propios proyectos y actividades, o deja que otros lo hagan.
El objetivo del Hombre Oscuro es que el ego de la mujer (nuestro yo civilizado, nuestra personalidad) no haga contacto con el Sí Mismo, la Mujer Salvaje, la Diosa interior, el Yo más profundo, sabio e intuitivo, que toda mujer posee para desarrollarse, madurar y/o cambiar hacia una vida más plena e integral. Porque, como lo expresa Marie-Lousie Von Franz, los sueños registran el proceso de individuación, la travesía del ego hasta ponerse en contacto con el Sí Mismo, el centro regulador y organizador de la psiquis. Un centro interno representado en tantos mitos y tradiciones femeninas por las Diosas.
En este sentido, el Hombre Oscuro es una parte interna que está depredando el alma, libertad, creatividad y autoestima de la mujer, asustando al ego y reforzando los temores, prejuicios e ideas patriarcales que el ego ha asimilado.
Siguiendo a las junguianas vemos que el Hombre Oscuro puede llegar a frenar y detener la evolución de la mujer sumergiéndola en “una noche oscura del alma”. Y a veces lo logra. Pero en otras ocasiones sólo es un intento cuando el ego de la mujer mantiene canales abiertos con el Sí Mismo, la Mujer Salvaje o Diosa Interior que mencionamos. Es decir, con el arquetipo femenino innato, que surge de las profundidades del inconsciente proveyendo de sabiduría, vitalidad y creatividad, autoestima y sanación, intuición y realización.
Según el desarrollo de cada mujer el Hombre Oscuro aparece cuando:
1. La soñante está deseando un cambio importante en suvida o está por aventurarse a algo nuevo y diferente a lo que hecho hasta el presente.
2. La soñante vive una profunda desconexión interna con su naturaleza femenina y su cuerpo, se desvaloriza, se autocritica exageramente, y hace cosas que le hacen bajar su autoestima.
3. La soñante se apoya en un ego inmaduro y muy ingenuo. O su ego se ha vuelto muy rígido y racional, lo que demuestra inmadurez y hasta ingenuidad. También cuando su ego se orienta a agradar a los demás y a satisfacer las demandas de los otros sin atender las propias.
4. La soñante ha asimilado las proyecciones negativas de la familia, las religiones y la cultura acerca de lo femenino.
5. La soñante es una mujer que ha sido maltratada y/o violada y aún no ha terminado de elaborar esa experiencia.
6. La soñante es una joven o mujer adulta con problemas de anorexia o bulimia y somete a su cuerpo a continuas dietas, purgas y encorseta su cuerpo, su mente y su alma al “modelo” de mujer que le venden las revistas, la publicidad y las ideologías patriarcales. En el sueño el depredador le roba la comida o aparece como un personaje muy obeso.
7. Cuando la naturaleza femenina de la soñante se está secando y congelando emocionalmente y el ego no hunde sus raíces en la fuerza, energía y sabiduría del Sí Mismo.
Como sucede en los sueños la mujer debe luchar enfrentando a esta fuerza depredadora para limitar su accionar, quitarle poder y eventualmente transformarlo en otra cosa. Por eso, cuando este sueño se hace presente en nuestro mundo onírico es una excelente ocasión para comenzar un trabajo interno, una iniciación, que traerá muchos beneficios.
Para ello escribir el sueño y darle nombre a este Hombre Oscuro es uno de los primeros pasos efectivos. Luego viene un trabajo más intenso para descubrir la conexión que hay entre este sueño y la vida cotidiana de la soñante y con otros sueños que darán indicios para desactivar al Hombre Oscuro. Lo maravilloso es que el Sí Mismo, la Diosa interior, va guiando e instruyendo al ego en lo que tiene que hacer y el ego va apareciendo como más fuerte y sustancial.
Cuando se hace un trabajo consciente con el Hombre Oscuro suelen aparecer figuras femeninas que ayudan a la mujer: la Joven Diosa, la Vieja Sabia, la Sanadora, la Hermana Gemela, la Mujer Chamán. Animales hembras como así también otros símbolos femeninos (calderos, lunas, úteros, sangre menstrual, mandalas, flores, lagos, etc.) son utilizados por el Sí Mismo para darse a entender y guiarnos. También empiezan los sueños con la Pareja Sagrada y un personaje masculino ama y apoya a la mujer sin que ella se someta a él y sin que él esté sometido a la soñante, convirtiéndose en un “ánimus positivo” conectado a la Mujer Salvaje, a la Diosa interior.
En momentos de crisis socio-económica los sueños con el Hombre Oscuro se han intensificado porque los peligros de la vida externa han aumentado infiltrándose en la psiquis fomentando actitudes destructivas. Sin embargo, el Sí Mismo, la Diosa interior, también toma cartas en el asunto intensificando sus mensajes y advertencias para que el ego adopte actitudes protectoras y de cambio.
Además, cuando trabajamos mitos y cuentos encontramos al Hombre Oscuro personificado en BarbaAzul o en el dios griego Hades. Y al propio ego femenino representado por la joven e ingenua esposa de Barba Azul o en la joven diosa Core secuestrada por Hades.
En ambos relatos también aparecen otros personajes que ayudan y liberan a la protagonista (las hermanas y hermanos del cuento de Perrault y la diosa madre Deméter y la diosa bruja Hécate en el mito griego) simbolizando aspectos positivos del ego y del Sí Mismo. “La Hermana Serpiente” es una interesante leyenda quichua donde la mujer recibe instrucciones de su hermana gemela con aspecto de serpiente para que, llegado el momento, pueda liberarse del depredador al cual ha confundido con un seductor hombre que quiere casarse con ella. En la leyenda mapuche “El Diablo de barba verde” se presenta la misma situación, de la que la protagonista se liberará tomando un rol activo y protagónico, contando con la ayuda de su Sí Mismo que aparece en ambos relatos bajo la forma de un animal guía.
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