• Marcianos y venusinas 2º parte

EXTRACTO DEL LIBRO DE JOHN GRAY “LOS HOMBRES SON DE MARTE Y LAS MUJERES SON DE VENUS”

EN DEFENSA DEL SEÑOR “ARRÉGLALO-TODO”
Y DE LA COMISIÓN DE MEJORAMIENTO DEL HOGAR
No todo es negativo en el señor “arréglalo-todo” o en la "Comisión de Mejoramiento del Hogar". Existen atributos marcianos y venusinos muy positivos. Los errores se refieren a la oportunidad al enfoque.

Una mujer aprecia mucho al señor “arréglalo-todo” siempre que no aparezca cuando se siente perturbada. Los hombres deben recordar que cuando las mujeres se sienten perturbadas y hablan de los problemas que las aquejan no es el momento de ofrecer soluciones; por el contrario, necesitan ser escuchadas y gradualmente se sentirán mejor por sí solas. No necesitan ser “arregladas”.

Un hombre aprecia mucho a la Comisión de Mejoramiento del Hogar siempre que aparezca cuando se la solicita. Las mujeres deben recordar que el consejo o la crítica no solicitados, en especial si él ha cometido un error, lo hacen sentir no amado y controlado. Necesita aceptación mas que consejos, a fin de aprender en base a sus errores.. Cuando un hombre siente que una mujer no esta tratando de mejorarlo, resulta mucho más posible que solicita su respuesta y su consejo.

Comprender estas diferencias hace que resulte más fácil respetar la sensibilidad de nuestra pareja y mostrarnos más receptivos. Además, podemos reconocer que cuando nuestra pareja no nos tolera es probablemente porque hemos cometido algún error en la oportunidad y el enfoque.
Analicemos esto con más detalle.

CUANDO UNA MUJER RECHAZA
LAS SOLUCIONES DE UN HOMBRE
Cuando una mujer rechaza las soluciones de un hombre, este siente que su competencia es puesta en tela de juicio. Como resultado, siente que no se confía en él, que no se le aprecia, y deja de preocuparse. Su voluntad de escuchar disminuye en forma comprensible.

Al recordar en esas circunstancias que las mujeres son de Venus, un hombre puede comprender porque ella lo rechaza. Puede reflexionar y descubrir que estaba ofreciendo soluciones en un momento en que ella necesitaba empatía y estímulo.

Los siguientes son algunos ejemplos sobre la manera en que un hombre puede invalidar erróneamente sentimientos y percepciones u ofrecer soluciones no solicitadas. Trate de reconocer la razón por la que ella podría rechazarlo:

- “no deberías preocuparte tanto”
- “pero eso no es lo que dije”
- “no es tan grave”
- “Esta bien, lo siento. Ahora ¿podemos olvidarlo?”
- “en realidad estamos hablando”
- “No deberías sentirte ofendida. Eso no es lo que quise decir”
- “¿Que estas tratando de decir?”
- “Pero no tendrías que sentirte así.”
- “¿Cómo puedes decir eso? La semana pasada pasé todo el día contigo. Nos divertimos mucho”
- “esta bien, entonces olvídalo”
- “Esta bien, voy a limpiar el patio. ¿Eso te hace felíz?”
- “Ya sé. Esto es lo que debes hacer”
- “la verdad es que no hay nada que podamos hacer al respecto”
- “si te vas a quejar por tener que hacerlo, entonces no lo hagas”
- “¿Por qué dejas que la gente te trate así? Olvídalos.”
- “si no te sientes feliz, entonces tendríamos que divorciarnos”
- “esta bien, entonces puedes hacerlo de ahora en adelante”
- “de ahora en adelante, me encargare de ello”
- “por supuesto que me preocupo por ti, eso es ridículo”
- “¿Puedes ir al grano?”
- “todo lo que tenemos que hacer es...”
- “eso no es de ninguna manera lo que ha ocurrido”

Cada una de estas afirmaciones o bien invalida o bien trata de explicar sentimientos perturbadores u ofrece una solución concebida repentinamente para cambiar los sentimientos negativos de ella en sentimientos positivos. El primer paso que el hombre puede dar para cambiar esta pauta es simplemente dejar de hacer los comentarios arriba mencionados. Sin embargo, escuchar sin ofrecer ningún comentario o ninguna solución equivale a dar un gran paso.
Al comprender con claridad que su oportunidad y su manera de hablar son el motivo del rechazo y no sus soluciones en si, un hombre puede manejar mucho mejor el rechazo de una mujer. No lo Tomás a en forma tan personal. Al aprender a escuchar, experimentará gradualmente que ella lo aprecia mas, aun cuando al principio esta se enoje con él.

CUANDO UN HOMBRE RECHAZA A
LA COMISIÓN DE MEJORAMIENTO DEL HOGAR
Cuando un hombre rechaza las sugerencias de una mujer, esta siente que a él no le importa; siente que sus necesidades no son respetadas. Como resultado de ello, siente en forma comprensible que no es apoyada y deja de confiar en él.

En esos momentos, al recordar que los hombres son de Marte, ella puede comprender correctamente la razón del rechazo. Puede reflexionar y descubrir que probablemente le estaba ofreciendo un consejo o una crítica no solicitados en lugar de compartir simplemente sus necesidades, proporcionar información o hacer un pedido.

Los siguientes son unos breves ejemplos sobre la manera en que una mujer puede fastidiar en forma inadvertida a un hombre ofreciéndole un consejo o una crítica aparentemente inofensiva. Cuando analice esta lista, recuerde que estas pequeñas cosas pueden contribuir a erigir grandes muros de resistencia y resentimiento. En algunas de estas afirmaciones se encuentran ocultos el consejo o la crítica. Trate de reconocer por que él podría sentirse controlado:
- “¿Cómo puedes pensar en comprar eso? Ya tienes uno”
- “Estos platos siguen mojados. Se secaran con manchas”
- “Tu pelo esta creciendo bastante ¿no?”
- “Allá hay un estacionamiento, gira el auto hacia ese lugar”
- “¿Quieres pasar tiempo libre con tus amigos? ¿Y yo que?”
- “No deberías trabajar tanto. Tomás ate un día libre”
- “No pongas eso allí. Se perderá”
- “Deberías llamar a un plomero, él sabrá que hacer”
- “¿Por qué estamos esperando una mesa? ¿No hiciste reservación?”
- “Deberías pasar más tiempo con los niños. Te extrañan.”
- “Tu oficina sigue siendo un lío. ¿Cómo puedes pensar allí? ¿Cuándo lo ordenaras?”
- “Te olvidaste de nuevo de traerlo. Quizá deberías colocarlo en un lugar especial donde puedas acordarte”
- “Estas manejando demasiado rápido. Baja la velocidad o te multarán”
- “La próxima vez tendríamos que leer las críticas de cine”
- “No sabía dónde estabas. Tendrías que haber llamado”
- “Alguien Tomás ó de la botella de jugo”
- “No te muerdas los dedos. Estas dando un mal ejemplo”
- “Estas papas están demasiado grasosas. No te hacen bien al corazón”
- “No te dejas tiempo suficiente para ti mismo”
- “Tendrías que avisarme con más tiempo. No puedo simplemente dejar todo e ir a almorzar contigo”
- “Tu camisa no hace juego con tus pantalones”
- “Bill llamó por tercera vez. ¿Cuándo vas a llamarlo?”
- “Tu caja de herramientas esta tan desordenada. No puedo encontrar nada. deberías ordenarla”

Cuando una mujer no sabe como pedirle apoyo directamente a un hombre (capítulo 12) o compartir en forma constructiva una diferencia de opinión (capítulo 9), puede sentirse impotente para obtener lo que necesita sin dar un consejo o una crítica no solicitados (analizaremos nuevamente este tema más adelante). Sin embargo, demostrar aceptación sin dar consejos o expresar críticas representa un gran paso.

Al comprender con claridad que él rechaza no sus necesidades sino la manera en que ella se acerca a él, esta puede Tomás ar su rechazo en forma menos personal y analizar otros caminos para comunicar sus necesidades. Gradualmente se dará cuenta de que un hombre quiere mejorar cuando percibe que se lo considera como una solución para un problema y no como un problema en sí mismo.

Si usted es mujer, le sugiero que la semana que viene practique no dar ningún consejo ni expresar ninguna critica no solicitados. El hombre de su vida no solo lo apreciará sino que se mostrara más atento y sensible hacia usted.

Si usted es hombre, le sugiero que la semana que viene practique escuchar siempre que su mujer le hable, con la única intención de comprender respetuosamente lo que le esta sucediendo. Practique morderse la lengua cada vez que sienta la necesidad de ofrecer una solución o de cambiar su manera de sentir. Le sorprenderá ver hasta que punto ella aprecia esta actitud.

Los hombres son de Marte, las mujeres de Venus. Gray, John. Editorial
Debolsillo. Precio:9,95 €. 352 páginas. ISBN: 8497592662


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