· La artista Ana Alvarez-Errecalde fotografía su propio parto

TEXTO DE ANA ALVAREZ-ERRECALDE
"Desde el comienzo de mi embarazo soñaba con hacerme una foto unida a mi bebé por el cordón umbilical. Esto surgió en un intento de contrarrestar tantas maternidades "de película" (literal y metafóricamente hablando) que tanto el cine, la publicidad y toda la historia del arte vienen enseñándonos. Estas maternidades refuerzan el estereotipo surgido a partir de las fantasías heterosexuales masculinas, en donde existe la dualidad madre/puta, siendo sacralizado todo lo relacionado a la "madre" (maternidad con velo incluido).

Se refuerza la imagen de la mujer no como protagonista y héroe, sino como alguien enfermo, fuera de control, alguien que requiere asistencia. Una vez más, se toma a la mujer como objeto, y el objeto no sangra.

Con estas fotos me interesaba mostrar una maternidad desde mi experiencia, en donde para parir me abro, me transformo, sangro, grito y sonrío. Sonrío porque el dolor me acerca a mi hija, sonrío porque el dolor me demuestra lo fuerte que soy, sonrío porque soy protagonista, sonrío porque soy héroe.

Refutando la idea de fragilidad culturalmente aprendida, me interesa mostrarme en control de mi experiencia. Estoy de pie, con la placenta aún dentro mío, con mi bebé unida a mi por el cordón; y hago lo que me da la gana, decido cuando detenerme, hacer la foto y mostrarme.

A un nivel más histórico me interesa levantar el "velo". Mostrar una maternidad menos virginal. Una maternidad vista desde el arquetipo de la mujer-primal, la mujer bestia que no tiene NADA prohibido. Una maternidad no desde los ojos de Eva (el castigo divino de "parirás con el dolor de tu cuerpo") sino vista a través de los ojos de Lucy (la primer humanoide)."
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