Aunque
la mayoría de la gente ve la Navidad como una fiesta cristiana, gran parte de
los símbolos e iconos que asociamos con estas celebraciones derivan en
realidad de las tradiciones chamánicas de los pueblos tribales de
pre-cristianos del norte de Europa. La planta sagrada de estos pueblos fue la
seta roja y blanca llamada "Amanita Muscaria."
Estas setas ahora se ecuentran con frecuencia en los libros de cuentos de hadas
y, por lo general, se asocian con la magia. Esto es debido a que
contienen potentes compuestos alucinógenos y fueron utilizadas por los pueblos
antiguos para alcanzar experiencias trascendentes. La mayor parte de los
elementos de la celebración de la Navidad moderna, como Santa Claus, los árboles
de Navidad, el reno mágico y la entrega de regalos, se basan inicialmente en
estas tradiciones vinculadas a la cosecha y al consumo de estas setas
consideradas sagradas.
El Árbol del Mundo
Estos
antiguos pueblos, incluidos los Lapones de la actual Finlandia y las tribus
Koyak de las estepas rusas centrales, creían en la idea de un árbol del mundo,
considerado como una especie de eje cósmico, en el que los planos del universo
eran planos fijos. Las raíces del árbol del mundo se extenderían hacia abajo en el
mundo terrenal, su tronco sería la "tierra media" de la existencia
cotidiana, y sus ramas alcanzarían hacia arriba el reino celestial. La seta Amanita Muscaria crece sólo en ciertos tipos de árboles, en su mayoría abetos
y árboles de hoja perenne y es el fruto de un gran micelio que se extiende debajo del suelo
manifestando una relación simbiótica con las raíces del árbol.
Para
los pueblos antiguos, estas setas eran literalmente "el fruto del árbol."
La Estrella Polar también era considerada sagrada, ya que todas las otras
estrellas del cielo giran en torno a su punto fijo. Ellos asociaban la Estrella
Polar con el Árbol del Mundo, y a ambos con el eje central del universo. Según
ellos creían la parte superior del Árbol del Mundo tocaba la Estrella Polar, y
el espíritu del chamán podía ascender por este árbol metafórico, para llegar de
esta manera al reino de los dioses. Este es el verdadero significado de la
estrella de la parte superior del árbol de navidad moderno, y también la razón
de que el "súper-chamán" Santa Claus tenga su hogar en el Polo Norte.
Los
pueblos antiguos se asombraban al ver cómo estas setas mágicas surgían de la
tierra sin semillas visibles. A su juicio, éste era un “nacimiento
virginal" fruto del rocío de la mañana, que consideraban como el semen de
la deidad. El oropel de plata que cuelga del moderno árbol de Navidad representaría
este líquido divino.
Los Jugos del Reno
Los
ingredientes activos de las setas Amanita Muscaria no pueden metabolizarse en
el cuerpo, y por lo tanto permanecen activos en la orina que se excreta. De hecho, es más
seguro beber la orina de alguien que ha consumido esas setas, que comerlas directamente, ya que muchos de los compuestos tóxicos son procesados y
eliminados la primera vez que pasan a través del cuerpo. Por ello era una práctica
común entre los pueblos antiguos reciclar los efectos potentes de la seta bebiendo la propia orina. Los ingredientes de la Amanita pueden permanecer potentes
incluso después de haber pasado hasta seis veces por el cuerpo humano.
Los
renos eran los animales sagrados de la gente seminómada, ya que les proporcionaban alimentos, vivienda y ropa entre otras necesidades. Cómo a los
renos también les gustan las Amanitas, las gentes del Norte cuando los veían saltar haciendo cabriolas, sabían que estaban bajo la influencia de la seta y recogían su orina
para consumirla y beneficiarse de sus efectos psicodélicos. Al mismo tiempo,
también los renos disfrutaban de la orina de un ser humano que hubiera consumido
la seta. De hecho, algunos miembros de la tribu transportaban contenedores de
piel de foca donde guardaban su propia orina recolectada, que utilizaban para
atraer a los renos perdidos. Los efectos de la seta Amanita suelen incluir
sensaciones de distorsión tamaño y de vuelo. La sensación de volar podría ser
responsable de las leyendas de los renos voladores de Santa Claus.
Santa Claus, super chaman
Aunque
la imagen moderna de Santa Claus fue creada en gran parte por el departamento
de publicidad de Coca-Cola; en verdad, su apariencia, ropa, gestos y renos le
marcan como la reencarnación de estos antiguos chamanes de setas enteógenas.
Uno de los efectos secundarios de su ingesta es que la piel y los rasgos
faciales adquieren un resplandor rojizo, razón por la cual Santa siempre se
muestra con las mejillas y la nariz de color rojo brillante. Incluso el alegre
"Ho, ho, ho!" de Santa Claus sería la risa eufórica de quien ha
ingerido el hongo mágico.
Santa
Claus viste también como un recolector de setas. Cuando llegaba el momento de
salir a cosechar las setas mágicas, los antiguos chamanes se vestían con
abrigos rojos y blancos de piel y botas negras altas. Estos pueblos vivían en
viviendas hechas de abedul y de piel de reno, llamadas "yurtas", con
una chimenea para el humo en el centro que a menudo también se utilizaba como
entrada. Después de recoger las setas debajo de los árboles sagrados, los chamanes llenaban sus sacos y regresaban a casa. Subían por la
chimenea-entrada, y compartían las setas como regalos para los que estaban
dentro. La Amanita necesita ser preparada de un modo especial antes de ser consumida para reducir la toxicidad del hongo y aumentar su
potencia enteógena. El chamán guiaba al grupo para preparar las setas y colgarlas
alrededor del fuego para secarlas. Estos serían los adornos originarios del Árbol de
Navidad.
La
chimenea era el portal por donde el espíritu del chamán salía del plano físico.
El famoso viaje mágico de Santa Claus, en que su trineo lo llevaba alrededor de
todo el planeta en una sola noche, se desarrollaba en la "carroza
celestial" utilizada por los dioses de la que Santa Claus y otras figuras
chamánicas descienden. El carro de Odín, Thor y hasta el del dios egipcio
Osiris es ahora conocido como la Osa Mayor, que gira alrededor de la Estrella
Polar cada 24 horas. En diferentes versiones populares el carro era tirado por
renos o caballos.
San
Nicolás es una figura legendaria que supuestamente vivió durante el siglo IV.
Su culto se extendió rápidamente y Nicolás se convirtió en el santo patrón de
muchos grupos variados, incluidos los jueces, las casas de empeño, criminales,
comerciantes, marineros, panaderos, viajeros, pobres y, también, los niños. La
mayoría de los historiadores religiosos coinciden en que San Nicolás nunca fue
una persona real, sino la versión cristianizada de dioses paganos anteriores.
Las
leyendas de San Nicolás se crearon principalmente a partir de historias del
dios teutónico "Hold Nickar". Como las antiguas deidades paganas
fueron demonizados por la iglesia cristiana, el nombre de Nickar también llegó
a ser asociado con Satanás, conocido como "Old Nick". Las
tradiciones locales fueron incorporadas en las nuevas fiestas cristianas para
que fueran más aceptables para los nuevos conversos. Para estos primeros
cristianos del Norte, San Nicolás se convirtió en una especie de
"super-chamán" que les recordaba sus propias prácticas culturales
chamánicas. Muchas de las imágenes de San Nicolás de estos primeros tiempos lo
muestran vestido de rojo y blanco, o de pie delante de un fondo rojo con
manchas blancas, el diseño típico de la seta Amanita. San Nicolás también adoptó
algunas de las cualidades de la legendaria "Abuela Befana" de Italia,
que llenaba las medias de los niños con regalos. Su santuario de Bari,
Italia, se convirtió en un santuario dedicado a San Nicolás.
Al
conocer mejor las verdades de estas fiestas populares, podemos comprender
mejor el mundo moderno, y nuestro lugar en él. Actualmente muchas personas
rechazan la Navidad por ser demasiado comercial, alegando que este ritual en
realidad una celebración del materialismo y la codicia. Sin embargo, el
verdadero espíritu de este festival invernal reside en la celebración de los
regalos de la tierra manifestados en las enseñanzas de la fructificación de una
seta mágica que les proporcionaba experiencias reveladoras. En lugar de
perpetuar mitos obsoletos y confusos, podría ser más satisfactorio conocer la fuente original de estas
celebraciones estacionales y ampliar nuestra visión de las fiestas de la Tierra.