• Miriam Makeba se retira para ayudar a su Africa del alma

"Si las niñas mendigan

¿qué madres tendremos en el futuro?"

Miriam Makeba, emperatriz de la música africana y símbolo de la paz y la libertad
ENTREVISTA DE IMA SANCHÍS - 23/01/2008- LA CONTRA - LA VANGUARDIA - BARCELONA

-Nací en Johannesburgo en 1932. Me he casado muchas veces, pero sólo tuve una hija que murió. Me dejó un nieto y una nieta que están conmigo en el escenario y que me han dado un biznieto cada uno. Siempre he luchado por la justicia y la igualdad. Creo en mis ancestros.

-Hija de una sangoma, curandera mística…
-Tanto da lo que sea tu madre, mientras esté a tu lado.

-¿Pero qué aprendió estando a su lado?
-La mayoría de las canciones que conozco las aprendí de ella. Era una mujer muy fuerte que crió sola a 6 hijos. Yo soy la pequeña.

-Sus primeros seis meses de vida los pasó usted en la cárcel.
-La cuestión es la de siempre: hasta 1964 era ilegal que la población negra bebiera y elaborara sus propias bebidas alcohólicas. En casa, nosotros elaborábamos cerveza según una antigua receta de mis abuelas. Así fue como arrestaron a mi madre, y a mí con ella.

-¿Rebelde desde la cuna?
-Bueno, he crecido en la injusticia. Lo más irónico es que los blancos usaron nuestra receta para elaborar cerveza y distribuirla en bares de negros. Mi propia historia y la de Sudáfrica están marcadas por el abuso.

-Habló ante el Comité de Descolonización de la ONU y años más tarde sobre el apartheid. ¿Sirvió de algo?
-No hubiera ido ni luchado tanto si pensara que se trataba de un juego político. Sin duda fue una gota de agua en un inmenso océano, pero gota tras gota se forma un lago.

-¿Qué sabe de su padre?
Murió cuando yo tenía 6 años. Era maestro y cantaba muy bien, pero tengo pocos recuerdos. Mi madre nunca fue a una escuela. Él y sus hijos le enseñamos a escribir.

-Como Mandela, es usted de la etnia xhosa. Hábleme de su sabiduría ancestral.
-Mi madre era una mujer muy, muy fuerte, y lo era mi abuela. Fuertes y sabias. Ellas me educaron en la lucha por los valores. ¿Valores humanos? Mire, ja, ja, ja…, yo no sé si tengo un lado humano, a veces preferiría no tenerlo. Pero lo primero que aprendí de ellas fue la incapacidad de ver sufrir a la gente.

-Ante el sufrimiento, no piensa, actúa.
-Exactamente, y todo lo demás es demagogia. Mi abuela reunía en su mesa a 21 nietos. De modo que también aprendí a compartir: la comida se repartía en partes iguales. Son valores esenciales, ¿no le parece? Valores esenciales que en la gran familia humana no se aplican. En casa había otra regla de oro: nadie comía solo. El sentido de pertenencia, de comunidad, es básico para formar personas.

-Y usted ha decidido formar mujeres…
-Cuando volví a Sudáfrica, en 1990, después de treinta años de exilio, vi que había muchos hogares para niños y ninguno para niñas. Y las calles estaban llenas de niñas mendigando. La gente les daba dinero para comer, pero por la noche hacían otros trabajos, y no tenían dónde dormir. Ahora esas niñas tienen un hogar, ya es algo...

-¿Pero no suficiente?
-Cada día llegan más niñas, así que estoy iniciando una campaña para ampliar ese hogar. Esas niñas son las futuras madres de la nación. Si no las cuidamos, si viven de mendigar y de prostituirse, ¿qué tipo de madres tendremos?, ¿qué tipo de nación?

-¿Qué la convirtió en activista política?
-Yo nunca me he considerado una activista política, pero como fui la primera artista africana que salió del continente y triunfó en Europa y EE. UU., la gente tenía mucha curiosidad, no paraba de preguntarme.

-¿Qué le preguntaban?
-¿Qué coméis allí?, ¿cómo os vestís?, ¿cómo vivís?... Y yo explicaba la verdad, les decía que mi país era un país oprimido por gente como ellos, que se vivía muy mal. Y me colgaron el cartel de cantante política.

-¿Y no?
-No, yo canto sobre verdades y hablo sobre verdades. Mi país es muy rico en recursos y, a pesar de todo, la mayoría de la población es tremendamente pobre.

-De acuerdo: colonización, ¿pero cuál es la responsabilidad de los africanos?
-Sin poder, no se puede hacer nada. Los que tienen poder pueden tomar lo que deseen de los que no lo tienen y sin consecuencias.

-¿Dónde acabaron los activistas que lucharon por un poco de justicia?
-En la cárcel. Sí, simplemente por decir que estaban ahogando a un pueblo. El poder puede matar, comprar y robar sin consecuencias, y eso debería tener consecuencias.

-¿Qué piensa del ser humano?
-Yo he estado con todo tipo de gente, grandes políticos, artistas… A mí me gusta estar con gente que se preocupa por los demás y la que busca la sencillez. Es difícil ser feliz, la vida te da muchas ocasiones para sentirte triste, pero hay que evitar que se haga crónica. Me gusta la gente que no es complicada, muchos se complican la vida demasiado, y no hay necesidad.

-¿Cómo afrontó la muerte de su hija?
-Mi marido, Stokely Carmichael, era líder de los Panteras Negras. Estábamos vigilados y presionados por el FBI, y nos fuimos a Guinea. Allí murió mi hija. No tenía familia, sólo amigos, ellos me ayudaron a que fuera más llevadero. Me quedan sus dos hijos, que me recuerdan a ella; pero no he superado la muerte de mi niña. Ese tipo de cosas no se supera nunca.

-¿Qué le ha dado la alegría de vivir?
-Mi familia y cantar; pero debo retirarme, el cuerpo me lo está pidiendo.

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