• Madre de la Mar de Guadalupe Urbina

Guadalupe Urbina: “A mí me inspira mi identidad, mis orígenes, la historia de mi cultura”

TEXTO WENDY SEGURA - PRENSA Y RELACIONES PÚBLICAS - DEPARTAMENTEO DE PROYECCIÓN MUSEOLÓGICA DEL MUSEO DE COSTA RICA.
Su energía y vitalidad son contagiantes, hablar con Guadalupe Urbina es sentir orgullo de ser costarricense, mestiza y descendiente indígena. Al hablar de ella, de inmediato nos remitimos a su potente voz, sus canciones, llenas de un mensaje que busca regresar y sobre todo respetar las raíces que nos unen como un pueblo lleno de contrastes, pero centralizado en una ciudad que se “come” su pasado ancestral. Su imagen, esa no pasa desapercibida, muy orgullosa de todo aquello que predica.

Durante este 2009, ya recuperada y llena de vida, Guadalupe viene con un proyecto diferente: la pintura, que evoca aquello que ella ama de su identidad y sus orígenes.

Todo empezó en el año 2000, cuando emprendió la tarea de ilustrar sus propios cuentos, esos que escribió durante su estadía de casi 10 años en Holanda, donde crió a su hija Ángela; su necesidad de fomentar en ella y en su hijo mayor Antonio, la cultura precolombina de su pueblo natal Guanacaste, la llevó a leer, reinterpretar e ilustrar los cuentos que contaba.

Sin embargo, fue durante su convalecencia, de una enfermedad de la que no le gusta hablar, que nacieron la mayor cantidad de sus pinturas “yo empecé a pintar en un proceso terapéutico… ¿sabes? el cuerpo es sabio, sabe como curarse y mi cuerpo buscó la pintura como medio de escape”. De este proceso nació la exhibición “Los colores de Guadalupe Urbina”, una exposición que como la misma Guadalupe lo expresa, la llena de orgullo, y sobre todo, le alegra que sea en el Museo Nacional la primera vez que se presente.

Quien visite la exhibición, podrá apreciar una muestra de 25 cuadros con técnicas como el acrílico y el collage, elaborados en exóticos papeles reciclados con fibras naturales como el mango, el tamarindo o el arroz, o en papeles especializados como el canson o el fabriano.

Pero además, podrá apreciar un video elaborado por la artista gráfica Verona Fonté, e inspirado en la canción orígenes de la misma Urbina. “En la exhibición hay una mezcla de todos los pensamientos y filosofías de las culturas de la América precolombina: la cultura Teotihuacana, maya, azteca y bribri”, aclaró la misma Guadalupe.

“A mi lo que más me interesa es la recuperación de un pensamiento filosófico y además de una visión del mundo que no solo está en el pasado; sino que los pueblos las siguen compartiendo, un amor profundo por los animales, aún los domésticos”.

Los textos que acompañan sus pinturas son tomados de libros y de sus propias canciones.
Fuente de inspiraciónGuadalupe confiesa que para ella ha sido una labor continua mantener vivas sus raíces, durante sus múltiples viajes, busca siempre tener a mano lecturas que la inspiren y la hagan reinterpretar aquellos cuentos, extraídos de libros que sirven como una especie de asistencia, para después escribir y pintar, “yo recurro a la literatura y reinvento” y agregó “a mi me inspira mi identidad, mis orígenes, la historia de mi cultura… tengo el privilegio de ser mestiza y eso me dignifica”.

Las pinturas muestran una fuerte influencia del libro del pop vuh, el libro sagrado de los mayas, “el origen según los mayas es divino, porque ellos tienen una deidad que se equivoca, y esto genera un pueblo tolerante y respetuoso” aclara Guadalupe.

Los animales
Su pintura refleja gran variedad de animales; colibríes, zopilotes, mariposas, jaguares y alacranes, son solo algunos de los muchos animales representados en su obra. Para los indígenas los animales eran muy importantes y hasta les atribuían cualidades humanas a los mismos, sin embargo Guadalupe prefiere que los humanos seamos como los animales “pues los animales entienden la naturaleza y la respetan”.

Agrega, “un murciélago es sagrado porque aun siendo ciego, ve en la noche, una mariposa es símbolo de fuego, muy importante en la cultura indígena, los zopilotes tienen la particularidad de que limpian el mundo, y no nos cobran nada por hacerlo, pero no solo eso, saben trabajar en equipo y además en nuestras culturas los muertos son sagrados y son los zopilotes los que llevan el cuerpo de los muertos hasta el cielo y lo esparcen por el universo”.

Las mujeres-madres
Otra de las grandes inspiraciones para Guadalupe Urbina en su obra plástica es lo que ella ha llamado la secuencia de las madres (Madremonte, Madre culebra, Madre del mar y La madre pariendo: mi nacimiento). En su pintura se da una fuerte influencia por la recuperación de la importancia que ha tenido y tiene la mujer en las cultura precolombinas.
Para la artista, “este montón de madres son arquetipos femeninos, que además son muchas caras de mi, es como el cuarto de los espejos, una es una, pero también son muchas” pero además, agrega Urbina, representan la sabiduría, la abuela, la vieja mañosa que sabe de todo, pero que no quiere hacer otra cosa que lo suyo, esa que está debajo del mar tan solo esperando.

Y como si fuera un circulo vicioso, las madres están representadas por animales, figuras como la culebra, tan odiada en las creencias judeo- cristiana, pero tan adorada en las culturas precolombinas mesoamericanas “la serpiente representa muy bien a la madre, la abuela, es símbolo de astucia, protección, flexibilidad, agilidad y fertilidad, además cambia su piel y se regenera por si misma”.

http://www.guadalupeurbina.com/GuadalupeUrbina/Home_Spanish.html

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