Fotos tomada
de www.tendenzias.com
La palabra Navidad viene de
nacimiento. Es la fiesta del renacimiento anual del Sol, bajo la forma
simbólica de un niño divino. Es una fiesta solar de primer orden del Hemisferio Norte que celebra
que los días serán, a partir de ahora, cada vez más largos. Si bien nuestros
ancestros comprendían la necesidad de la alternancia de la luz y la oscuridad
para la continuidad de la vida, el regreso de la luz siempre era una razón de festejo
por el renacimiento de toda la naturaleza.
Los días anteriores al
solsticio de invierno tienen las noches más largas del año. En el mismo momento
en que el Reino de la Noche llega a su máximo despliegue, se invierte la
polaridad y comienza su decadencia. Como esta luz recién nacida aún es débil,
deber ser protegida y reforzada. Por ello las leyendas cristianas relataban que al
niño Jesús tuvieron que llevarlo a Egipto, para proteger su vida. La etimología
de Egipto es “tierra negra”, lo cual nos habla de un lugar oscuro, remoto, esotérico y
oculto.
Aunque aún queda mucho tiempo
de frío, las actividades rituales del solsticio tienen que ver con alimentar y
reforzar esta pequeña y frágil luz que acaba de nacer, para garantizar su
supervivencia.
Así, simbólicamente, podemos
decir que en el seno más oscuro del femenino Reino de la Noche nace un niño de
luz que será honrado por pastores, reyes y magos. Este el niño divino es el
Gran Hijo de la Gran Madre y su nombre puede ser Jesús, o Maponos, o Dionisos,
o Tammuz, o Krishna… por mencionar sólo algunos de los nombres de dioses nacidos
un 24 de diciembre de una madre virgen. Esa madre es virgen es la Tierra, una
en sí misma, tan fértil que da a luz sin intervención de varón.
Árboles hechos en casa. |
Sería imposible, y también
absurdo, separar el solsticio de invierno de la celebración de la Navidad. Como
dice Alexei Kondratiev, gran maestro de círculos de recuperación de la conciencia y tradición celta: “Todas las costumbres
locales pueden y deben usarse en los círculos. Tanto los motivos cristianos
como los no cristianos contenidos en las tradiciones, serán de valor para
todos, dado que ellos tienen una fuente común, una meta común, y se refuerzan
mutuamente. El “espíritu navideño” es más antiguo que la cristiandad, aunque
obviamente no pierde ninguna de sus fuerzas en un contexto cristiano”. Los
festejos del solsticio / Navidad antiguamente se prolongaban hasta 3 semanas y
más tarde, ya en la edad media, se redujeron a los catorce días de Navidad, que
concluyen el 6 de enero.
El nacimiento del Sol es
también un renacimiento simbólico del elemento fuego. El árbol
-que siempre ha
tenido un simbolismo vinculado al Sol y también al fuego, que es hijo de la
madera- tiene un papel protagónico en esta fiesta. Así las cosas el solsticio
de invierno se ha celebrado en toda Europa a través del árbol, el cual puede ser tanto
el típico Árbol de Navidad -también llamado Árbol de Luz que anuncia con sus
regalos los frutos que florecerán en la próxima primavera-, como también el
tronco nochebueno que renueva el fuego de los hogares y trae bendiciones para
todo el año siguiente.
Árboles hechos en casa. |
La elección de un tronco
especial que bendecirá el fuego de nuestro hogar, y prolongará esta bendición a
lo largo de todo el año, fue el tema central de la fiesta del solsticio en
nuestras tierras.
El árbol es andrógino y
contiene en sí mismo a las dos polaridades, por eso se representaba a Adán y
Eva a cada lado del árbol, como también a Innana y Dumuzi en los sellos
sumerios.
En su aspecto masculino el
tronco fecunda la tierra con su potencia viril. De ahí el Palo-Mayo
fertilizador de Bealtaine y, también de ahí, el Árbol de Luz que “sueña” -y
por tanto crea- con sus adornos, el futuro Árbol del Palo-Mayo, ya que los
rituales del solsticio de invierno están profundamente vinculados a los
de Bealtaine de Mayo.
Vestir el Árbol de Navidad
debería ser la actividad ritual principal de cada diciembre para los círculos que
celebramos la Rueda del Año.
Árboles hechos en casa. |
El árbol puede ser natural o de plástico o papel, en cuyo caso servirá para todas las celebraciones anuales de diciembre, y no hace falta que sea muy grande. Los árboles artificiales contribuyen a no dañar a los árboles naturales que se venden para navidad y casi siempre acaban en la basura.
Para la decoración son
ideales los típicos adornos brillantes, que hoy en día son baratos y fáciles de
conseguir en cualquier tienda de los chinos. Las guirnaldas también son un
adorno que da muy buenos resultados.
Otra opción es tener cintas de los tres colores típicos de la fiesta: verde, rojo y dorado. Con ellas cada mujer del círculo
puede atar un lazo de cada color en las ramas del árbol, a la vez que pide al
árbol 3 deseos, uno por cada lazo. La imprescindible estrella de la parte superior del árbol puede
comprarse o hacerse con cartulina dorada.
Recomiendo no dejar de comprar luces
para el árbol y, cuando haya acabado el ritual de vestirlo, colocarlas y
encenderlas. Luego apagar la luz y dedicar un rato a la contemplación de la belleza de nuestro pequeño árbol de luz, para poder “soñar” en su
compañía con las luces que brillarán en la próxima primavera. Para acompañar este momento podemos poner como música de fondo la canción The spirit of Christmas Past, de Enya, u otra similar.
Colocar al pie del árbol un
pequeño niño Jesús, representante del sol que acaba de nacer, sobre un
motoncillo de paja o un cojincito hecho a medida, es el broche de oro del
ritual. Este niño puede pasarse de mano en mano por cada asistente al círculo,
para honrar con unas palabras el renacimiento anual del sol e invocar que nuestra vida también se vea beneficiada con su calor y su luz.
El momento de desmontar el árbol es para la celebracion de Candelaria / Imbolc, cuando la cuarentena del nacimiento del sol se ha cumplido. Hasta entonces el Árbol de Luz es una plegaria de arte y belleza sostenida durante cuarenta días para que esa luz pueda prosperar.
El momento de desmontar el árbol es para la celebracion de Candelaria / Imbolc, cuando la cuarentena del nacimiento del sol se ha cumplido. Hasta entonces el Árbol de Luz es una plegaria de arte y belleza sostenida durante cuarenta días para que esa luz pueda prosperar.
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