• La Inmaculada Concepción, arquetipo femenino desconocido



Inmaculada de Zurbarán que conocía bien el arquetipo
que lleva la luna con los cuernos hacia abajo, no hacia
arriba como Isis como creía Murillo y otros.
Por Doña Loba (Marianna García Legar)

Dedicado a mi padre, un ateo devoto de la Inmaculada,
como el mismo se definía.
Con todo mi amor.

Quizás la Inmaculada Concepción sea uno de los arquetipos menos entendidos de la diosa bajo el nombre de María, ya que se confunde con el embarazo de María de Cristo y no tiene nada que ver con eso.

Para comprenderlo es necesario remontarnos a las leyendas medievales, que nos relatan el linaje familiar de Jesucristo. Según estas leyendas María al igual que Cristo, también es fruto de una concepción que no sigue los caminos humanos, y que también denota en este caso su divinidad esencial. Este arquetipo es muy importante para nosotros ya que fue forjado en España muy tempranamente, aunque la iglesia lo combatió y no lo aceptó hasta el siglo XIX.

El linaje humano de Cristo sólo es femenino. La tradición de leyendas marianas que tienen más de mil años, nos relatan este linaje desde la bisabuela de Jesús, llamada Emerenciana.

Emerenciana era una adolescente que solía visitar a los abuelos sabios, eremitas del desierto. Estos ancianos tenían la misión de  transmitir la profecía que anunciaba la llegada del hijo de dios que nacería de una joven virgen. Ellos gustaban de estas visitas, en las que recibían
como una brisa fresca todo el encanto y la ternura de la muchacha.

Cuando Emerenciana llegó a la edad de contraer matrimonio, como dudaba entre casarse o hacerse eremita, pidió consejo a los ancianos.

Oraron los sabios antes de darle una respuesta y al final del tercer día tuvieron una visión. En ella vieron una rama de árbol verde. Luego la rama se secaba y, una vez seca, daba un fruto muy hermoso envuelto de un resplandor tan grande que costaba mirarlo. Los ancianos supieron que esta era la señal que habían pedido, pero no entendieron su significado.

Tres días siguieron orando hasta que oyeron una voz celestial que decía “Emerenciana es la raíz del lecho del que nacerá el Cristo; la rama verde es el matrimonio consumado de Emerenciana, la rama seca la esterilidad de su vejez, y la fruta luminosa una niña muy especial que Emerenciana alumbrará siendo anciana. Esta niña será venerada por los ángeles y anunciada por todo el orbe.”

Así fue como Emerenciana casó con Estolano. Pasaron los años, y cuando ella  cumplió sesenta y uno, una noche estando con su marido en el lecho; una voz envuelta en un gran resplandor les anunció: “Emerenciana, por la gracia divina concebirás a pesar de las leyes de la naturaleza y parirás una niña que será la madre de la reina del mundo. En ella se realizarán milagros incomprensibles. Haced el amor pues se aproximan tiempos de gloria”.

Emerenciana y su marido se amaron esa noche y nueve meses después nació Ana. Su nacimiento trajo consigo una ola de sanación para todos los que la rodeaban o venían a visitarla, los ciegos recobraban la vista y los tullidos volvían a caminar.

A los 3 años Ana fue presentada al Templo, donde vivió hasta su pubertad como sacerdotisa. A los 18 años se casó con Joaquín. Pasaron más de 20 años sin que concibieran hijos, por lo que fueron repudiados por los sacerdotes del Templo, que alegaban que su matrimonio estaba maldito al no dar fruto.

Avergonzado, Joaquín huyo con su rebaño a la montaña y Ana, triste y desolada, se vistió con su traje de novia, se sentó bajo un laurel y comenzó a llorar. Entonces un ángel apareció y le dijo: 

“Ana alégrate, porque de tú serás la madre de la reina del mundo. Vete a las puertas de la ciudad donde encontrarás a Joaquín que también ha sido convocado.”

Ana con María en su útero. Jean Bellegambe.
Ana cumplió el encargo y cuando encontró a Joaquín en las puertas de la ciudad se estrecharon en un abrazo tan amoroso que en ese instante fue concebida María. Este es el acontecimiento que se celebra en la fiesta del 8 de Diciembre, el momento en que María es concebida por Ana y Joaquín de un modo milagroso o no humano. Esto es lo que significan las palabras "Inmaculada Concepción de María".

Así podemos ver que el linaje humano de Cristo es exclusivamente femenino: bisabuela, abuela y madre. Pero también que ninguna de las tres cumple las premisas normales de la concepción humana, ya que una es una anciana que ya no puede quedar embarazada, la otra una mujer estéril y la tercera una doncella virgen.

Las imágenes de la Inmaculada Concepción que ilustran esta advocación de María nos presentan una doncella virgen de pie sobre la Tierra y la Luna, con la serpiente a sus pies. Está embarazada de un sol que abarca el vientre y el pecho, su vestido es blanco y su manto color cielo. Su cabeza está coronada con estrellas.

¿Porqué, si la fiesta celebra el momento en que María es concebida, la ilustración que la
También llamada "Mujer vestida de
Sol, su arquetipo se forjó en España
en las Iluminaciones de Biblias.
representa nos muestra esta imagen? En realidad esta es la representación del ser que encarna en el vientre de Ana y que se llamará María, y ese ser es la Sofía, el censurado aspecto femenino de Yahvé, su novia amada y la compañera de su trono omnipotente.

Sofía se hace carne en María para ser el vientre a través del cual el Cristo entrará en el mundo. Según cuenta la tradición, con él compartirá la tarea de santificar la materia y borrar de la Tierra el concepto de pecado a través del poder del amor de sus corazones irradiantes. Al igual que el Cristo se retirará del mundo ascendiendo con su cuerpo físico una vez acabada su misión. Así como ella es concebida milagrosamente por una mujer estéril, hija a su vez de una anciana que ya no puede engendrar; del mismo modo ella, siendo virgen, concebirá al Cristo de modo misterioso.

Una de las primeras
representaciones de la
Inmaculada donde puede
verse el sol del vientre.
España.
Este embarazo del hijo de dios se anuncia ya en el seno de la Inmaculada como un sol que comprende el pecho y el vientre. Este aspecto de la representación se perdió ya que la iglesia suprimió todas las imágenes en las cuales María se veía embarazada, por considerarlas pecaminosas. Así se perdió una de las claves fundamentales que pueden ayudarnos a entender a la Sofía.

El sol de la Inmaculada unifica útero y corazón. Integra ambos en su circunferencia. Es allí, en ese centro donde ella puede concebir al Cristo. En la Inmaculada el vientre es importante, básico. Es el útero sellado primordial que contiene todo el potencial que aún no se ha manifestado, la matriz de todo lo que aún no ha nacido. Su “lugar secreto” -como lo llama el budismo tibetano-, su útero, se eleva a una octava superior al integrarse al corazón (ambos triángulos tridimensionales que apuntan hacia abajo) permitiéndole así concebir, en el doble sentido del término, al Cristo vivo en sí misma. La vemos de pie sobre la Tierra (muchas veces no representada, ya que se halla en sombras) que, al recibir la luz que viene del sol de su seno, dibuja una medialuna con los cuernos hacia abajo. Esta forma simboliza la estructura del cérvix o cuello del útero femenino, a través del cual los bebés llegan al mundo.

Otra representación. España.
Tiene a sus pies la Tierra (la materia), la luna (el mundo emocional) y la serpiente (el dragón o mundo elemental). Es solar y lunar a la vez, porque su energía integra y sintetiza los opuestos complementarios. En su cabeza una corona de 12 estrellas muestra la diversidad del mundo manifestado (los 12 signos del zodíaco, las 12 tribus de Israel, los 12 discípulos). Pero también esta corona indica su coronilla completamente abierta hacia el Cielo, tanto como su útero lo está hacia la Tierra. Su cuerpo nos muestra a la madre divina como el espacio que contiene todo el cosmos (sol, luna, tierra, cielo, estrellas...); como el espacio que rodea y penetra la materia y sin el cual ésta no podría existir. Es la trama de vacío que sustenta la forma. Es forma y es vacío, y es la síntesis de ambos.

El mandala de su vientre-pecho por ser círculo y por ser Sol nos remite también al concepto de centro, símbolo de la unidad. Sus pies están firmemente asentados en la Tierra y sus brazos en postura de oración.

Pintura de Ana Contreras, copia de un
manuscrito medieval.
Ella, como Alma del Mundo, ora. Es la Vírgen Orante que ruega por nosotros como abogada, intercesora y mediadora. Es la mensajera alada que lleva “hacia arriba” nuestros pedidos y ofrendas y trae “hacia abajo” la Gracia y los dones concedidos. A veces a su alrededor podemos ver símbolos que evocan diversas imágenes de su energía femenina sagrada: Puerta del cielo, Arca de la Alianza, Vaso espiritual, Fuente de Vida, Jardín cerrado, Ciudad de Dios, Estrella de la Mañana, Espejo de Dios, Escalera al Cielo, Rosa Mística...

La imagen de la Inmaculada Concepción es el único retrato que hoy tenemos de Sofía, novia de dios y alma de María, que la tradición cuenta que cada 8 de diciembre desciende a la tierra para encarnar en el vientre de Ana, la estéril. Si abrimos nuestra consciencia a la enseñanza de estos símbolos y leyendas, en esta fiesta podemos recibir en nuestro ser a la doncella virgen, bajo la forma de la niña divina que tiene que nacer en nosotras para que podamos, algún día, manifestar la luz de nuestro corazón irradiante.

Doña Loba (Marianna García Legar)  ::  www.mujergaiatica.blogspot.com

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