Entrevista a Ana Mª Lajusticia por Víctor Amela para La Contra de La Vanguardia
Alegre,
vital, chispeante, inteligente, locuaz: Ana María Lajusticia, la profeta del
magnesio, inspira confianza de tan despierta y lozana que la veo a su edad. Su
formación como química (de joven trabajó en la extracción de espato-flúor en
las minas de Osor) le ha permitido desentrañar los secretos de la bioquímica
del magnesio. Y con su historia personal ilustra los efectos benéficos del
magnesio en la salud humana (consulta@anamarialajusticia.es). Desde que publicó
en 1977 La alimentación equilibrada en la vida moderna, Lajusticia no ha dejado
de indagar y divulgar: Dietas a la carta; La artrosis y su solución; El
magnesio, clave para la salud… Voy a probar, a ver…
Tengo
89 años. Nací en Bilbao y vivo en Barcelona. Soy licenciada en Ciencias
Químicas. He tenido seis hijos. Soy apolítica. Dejé de ser religiosa porque los
curas predicaban que la enfermedad era un castigo. El chocolate negro puro es
el alimento natural con más magnesio.
-Casi 90 años ¡y qué joven!-
-Estoy
mucho mejor que hace treinta años, la verdad.
-¿Qué
le pasaba antes?-
-Tenía
artrosis, degeneración de los tejidos cartilaginosos. Me dolían todas las
articulaciones, sentía dolor desde los dedos de los pies hasta la coronilla.
¡Llevaba corsé!-
-¿Corsé?-
-Un
corsé de varillas para sostener tiesa la columna vertebral, para no derrumbarme
por el dolor de espalda.-
-¿Cuánto tiempo llevó ese corsé?-
-Desde
los 31 años hasta los 52 años.-
-Eso son…, ¡veinte años largos!-
-Sí,
muchacho, sí. Estaba condenada a llevarlo el resto de mis días, decían mis
médicos.-
-¿Y qué pasó?-
-Me
dieron cortisona y desarrollé una diabetes. ¡Me asusté! Tenía 43 años, fue un
mazazo. Decidí tomar las riendas de mi alimentación, porque comía muy incorrectamente.-
-¿Qué comía hasta entonces?-
-Demasiados
hidratos de carbono (pan, galletas, pasta, arroz) y pocas proteínas, no comía
ni carnes ni pescado.-
-¿Y cómo rectificó?-
-Desayuné
una naranja y un huevo frito con jamón de york: vitamina C y proteína…-
-¿Y mejoró?-
-Comía
bien, pescado, carne… y tomaba magnesio. ¡Y eso me curó! A los dos años me
quité el corsé. Tuve esguinces en la espalda por falta de musculatura, pero
¡estaba curada!-
-¿Por qué apostó por el magnesio?-
-Soy
química, investigué… ¡y entendí!-
-¿Qué entendió?-
-Que
la degeneración de mis cartílagos se debía a falta de colágeno. Es que el
organismo necesita tres elementos para formar colágeno: proteína, vitamina C…
¡y magnesio!-
-¿Y no aporta magnesio la comida?-
-Así
era cuando abonábamos cultivos con heces. Pero los abonos sintéticos carecen de
magnesio: no está en la cadena alimentaria.-
-¿Cuánto magnesio necesito?-
-Unos
3 gramos cada día, por vía oral: tomando suplementos de magnesio. ¡Son
baratísimos! Se venden en cualquier farmacia.-
-¿Esto revierte las artrosis?-
-Los
cartílagos pueden regenerarse: ¡lo he vivido! Tras dos años de tomar magnesio,
mis articulaciones se recuperaron. Y hoy mis analíticas son perfectas: ¡ni
colesterol!-
-¿Qué le puso en la pista del
magnesio?-
-Durante
la Primera Guerra Mundial, unos médicos franceses observaron que los heridos
que mejor se recuperaban ¡eran los que pasaban por balnearios magnesianos!-
-La falta de magnesio ¿cómo se
nota?-
-Tendrás
dolor articular. Calambres. Contracturas. Taquicardias. Vértigos. Espasmos en
párpados. Espasmos en esófago, estómago o intestino. Hormigueo en torno a la
boca. Hipo. Sensación de bola en la garganta. Darás patadas estando dormido,
como si cayeras… Verás lucecitas con los ojos cerrados. Y te levantarás muy
cansado.-
-Alguna vez he vivido algún
síntoma…-
-Ante
dos de estos síntomas, toma magnesio.-
-¿Dónde hay más magnesio al
natural?-
-En la
semilla de cacao. El chocolate negro, puro, lleva casi 500 miligramos en cien
gramos. Muy por detrás, en soja y almendras.-
-Si tomo cada día chocolate negro o
el magnesio equivalente, ¿crearé colágeno?-
-Sí,
¡y el colágeno es muy, muy importante!: es el 40% de la proteína de tu cuerpo.-
-Fundamental para…-
-Esqueleto,
tendones, cartílagos.-
-¿El esqueleto? ¿No necesitaba
calcio?-
-El
colágeno es la base: sin él, el calcio mineraliza el hueso… y se quiebra. El
colágeno aporta flexibilidad. ¡Es una barbaridad recetar mucho calcio a las
menopáusicas!-
-¿Seguro?-
-Tanto
calcio se deposita en la luz de las arterias y las cierra: ¡arteriosclerosis! Y
los huesos se vuelven muy quebradizos. ¡Es fatal!-
-¿A tomar magnesio, pues?-
-En
cada comida, un gramo, porque si tomas una dosis más alta de magnesio, no podrá
absorberse, y se eliminará por la orina.-
-¿Qué efecto central tiene el
magnesio?-
-Relaja
la musculatura. ¡Por eso los corredores etíopes son excelsos! El suelo está
fertilizado por cenizas piroclásticas de magnesio, que pasa a las plantas y a
los alimentos que comen. Pese a tener menos capacidad pulmonar que otros
corredores, ¡rinden más!-
-¿Qué otros beneficios me reportará
tomar magnesio?-
-Dormirás
mejor, el sueño será más reparador. Y evitarás hipertensión, trombosis,
taquicardias, infartos, dolores articulares, retinopatía, úlceras, ciática,
migrañas, verrugas, angustias, cálculos renales, rinitis alérgicas, estados
depresivos…-
-¿Combate taquicardias e infartos?-
-Sí:
el magnesio refuerza el músculo cardiaco, favorece su trabajo. Ah, y también
frena la inflamación prostática.-
-¡La panacea, vamos!-
-También
favorece la formación de neurotransmisores: ¡tu coco funcionará mejor!-
-¿Por qué no se conoce más todo
esto?-
-Que
le responda Burton Altura, máximo experto mundial en el magnesio: «La
magnesoterapia es demasiado barata, no reporta beneficios a la industria
farmacéutica».
VOLVER A LA PÁGINA PRINCIPAL
VOLVER A LA PÁGINA PRINCIPAL