• Cuidados y mimos para la vulva


Por Marcela - www.vulvasapiens.com
Hace unos días, publiqué un post con tres consejos para el cuidado de la vulva propuestos por la médica Jimena Jiménez Madrazo.  No imaginé que fuera a causar tal revuelo, pero hasta ahora es el post más compartido de nuestra página y dio lugar a muchos comentarios, consejos y preguntas.
Para continuar el intercambio sobre este tema que suscitó tanto interés, retomo los consejos que compartí (los primeros tres) y agrego otros tantos siguiendo el mismo formato, para dar respuesta a las inquietudes expuestas.

1. Destaparla
- Que le de el aire y el sol. Al estar tapada, la vulva está en continuo estado de humedad- flujo, restos de orina, sudor…
- Dormir sin bragas.
- Usar tanga lo menos posible (Las tangas son agresivas por el fuerte roce de la cuerda sobre la zona).
- Usar bragas de algodón, que favorece la respiración.
- Combinar el uso de pantalones estrechos con otras prendas que dejen pasar el aire.

2. Cuidarla
- Usar jabones suaves sin detergentes ni perfumes. Si te lavas más de una vez al día, sólo con agua.
- Después de lavarte, secar bien y, así como te pones cremas en la cara, utiliza una crema hidratante vulvar o, mejor, un aceite, puesto que el aceite produce una capa aislante de las humedades. Un simple aceite de almendras, barato, cumplirá esta función.
- Cuando vas al baño, no olvides secarte siempre de adelante hacia atrás, para no pasar gérmenes del ano a la vagina.

3. Mirarla
- Coge un espejo. La cara la ves, pero la vulva, no. Así como el espejo te da información directa sobre cualquier cambio que se produzca en la cara, al no mirarse nunca la vulva con un espejo, las mujeres ignoran muchas alteraciones que podrían resolverse fácilmente en sus inicios -por ejemplo, granos, grietas, o condilomas
- Conócete a ti misma. El espejo no sólo sirve para detectar anomalías. También sirve para conocerse y “hacerse amiga”.

4. Lubricarla y humectarla
- El exceso de humedad puede ocasionar la proliferación de bacterias en la piel, pero la sequedad total también afecta el delicado equilibrio del hábitat microbial vulvar. Durante la fase premenstrual, el descenso de estrógenos puede resecar la zona, mantenla lubricada con aceites vegetales como el aceite de coco o de almendras.
- El aceite de coco es un aliado buenísimo para la lubricación de la vulva y la vagina; incluso hay quienes lo recomiendan para la lubricación anal. No se recomienda su uso con condones ni con juguetes sexuales.
- Evita los lubricantes que contengan parabenos.
- Una manera de mantener la humedad vaginal en equilibrio se logra con la alimentación. Incluye en tu dieta alimentos ricos en isoflavonas, como la soja.

5. Dejarla despeinada
- Los vellitos de la vulva cumplen una función protectora de la piel vulvar y las membranas mucosas. El retirarlos no genera ningún beneficio para la salud ni tampoco redunda en una mayor higiene, aunque muchas mujeres crean que sí.
- Si por estética o por práctica cultural vas a depilarla, prefiere otras opciones al rastrillo, que suele asociarse con mayor irritación en la zona y las cortadas pueden ser peligrosas. Tanto el rastrillo, la crema, la cera, la depilación láser y la electrolisis pueden generar foliculitis moderada, es decir, inflamación del folículo (la raíz en donde nace el vello), o de las glándulas sebáceas.
- Puedes optar por recortar los vellos para mantener tu vulva acicalada.

6. Ducharla lo menos posible
- Las duchas vaginales eliminan las bacterias buenas de la vagina y afectan su pH, lo cual puede generar inflamación pélvica, incrementa el riesgo de infección y de padecer vaginitis bacterial.
- Algunas mujeres las usan como parte de un tratamiento con plantas y/o aceites esenciales, evitando los químicos de las duchas comerciales. Es importante no abusar.

7. Amarla y mimarla.
- Esto no requiere explicación, a la vulva le sientan de maravilla los cariños y mimos cotidianos.

Por Marcela - www.vulvasapiens.com