Extractos del libro de Maureen Murdock “La hija del héroe: una exploración del lado oscuro del amor paterno basada en la mitología, la historia y la psicología jungiana".
ISBN 9788488066329.
"Algunas
mujeres tienen gran admiración por su padre y poca estima por su madre. Maureen
Murdock ha acuñado el "Hijas del Héroe" para estas mujeres sobre las
consecuencias de ser esa "hija especial del padre" y nos lo cuenta en
su libro
Una de
las relaciones menos analizadas en la actualidad es la que existe entre los
padres y las hijas, un vínculo cargado de expectación y decepción, admiración y
negación, amor y abandono. La forma en que una niña aprende a relacionarse con
su padre influye en sus relaciones adultas con otros hombres: parejas, esposos,
amigos, jefes y compañeros de trabajo; se trata de un vínculo que también
afecta a su sexualidad, creatividad, espiritualidad y capacidad para expresar y
manifestar sus ideas en el mundo.
Pero
como casi nunca se analiza, esta relación entre una hija y su padre causara un
gran impacto sobre la seguridad, el poder y la autoridad de la mujer, tanto en
su vida personal como en la sociedad
En su
libro “La hija del héroe…” M. Murdock describe las complejidades psicológicas
específicas de la hija del padre, es decir de la mujer que se identifica
demasiado con su padre, o bien le adora como un héroe.
La
hija del padre se identifica con su padre e imita a los hombres en su búsqueda
de éxito en el mundo masculino. Durante la infancia es la princesita de papá
que idealiza a éste (y rechaza a su madre); para su padre es la niña de sus
ojos por lo que recibe de él un trato y una atención especial; no solo sus
hermanas la envidian, sino también aquellas amigas suyas que no mantienen una
relación tan estrecha con sus propios padres. Ella hace lo que quiere con su
papá y sabe que puede conseguir de él lo que desee. La novelista Jane Smiley lo
explica claramente en "A thousand acres", cuando habla sobre la
relación que mantenía Caroline, la típica hija favorita, con su padre: "ella
jamás le temía. Cuando deseaba algo, sencillamente se le acercaba airosamente y
se lo pedía".
Esta
hija, embelesada ante la perfección de su padre, excusa sus defectos y se
centra en las imperfecciones de su madre; y es entonces, a medida que crece,s e
inclina cada vez más por los hombres y los valores masculinos y , en general,
tienen a considerar inferiores a las mujeres.
No hay
duda alguna que una hija del padre desarrolla cualidades masculinas a muy
temprana edad, imitando tanto a su progenitor como todo lo relacionado con el
mundo de los hombres. Su identificación con el padre le da una sensación de
confianza en sí misma y competencia en el mundo, aunque el hecho de separarse
de su madre también le provoca profundas heridas en el mismísimo corazón de su
feminidad: su relación con su cuerpo, su creatividad, su espiritualidad y su
capacidad para establecer relaciones íntimas quedan seriamente dañadas. En
general, la mayoría de las mujeres evita resolver las cuestiones relacionadas
con su padres hasta que se enfrentan a sus propios problemas de relación o
laborales, o bien cuando aquellos mueren o enferman.
La
analista junguiana Marion Woodman opina que no todas las mujeres son hijas
consentidas de sus padres, sino de la predominante cultura patriarcal. Desde el
advenimiento del feminismo contemporáneo, las mujeres han luchado contra los
hombres y las instituciones masculinas por conseguir la igualdad en el mundo de
los negocios, el hogar, el sector público, académico y la política; sin embargo
muchas mujeres siguen ignorando que aún reflejan los valores de sus padres;
además una hija interioriza la opinión que su padre tiene de ella, y cuanto más
se identifica con él, más difícil le resulta establecer una identidad propia."