Biocivilización
Shiva
recibió en 1993 el premio Nobel Alternativo de la Paz, y Zapatero la tuvo como
asesora en un grupo de pensadores durante su mandato. Es una mujer fogosa,
combativa y vehemente que se crece ante los poderes de los bancos y
corporaciones como Monsanto. Doctora en Ciencias Físicas, es una de las
ecologistas, feministas y filósofas de la ciencia más prestigiosas a escala
internacional, beligerante contra el neoliberalismo y defensora de los derechos
de los pueblos. Publicó Ecofeminismo (Icaria) y ha
participado en el IV Seminario
Internacional de Convivencia Planetaria: Construimos Biocivilización,
organizado por la Associació Imago en Barcelona.
Qué es el ecofeminismo?
La
mejor respuesta a la crisis civilizatoria que padecemos. La formulé hace veinte
años: cada día es más vigente y necesaria.
¿Ecología más feminismo?
Sí,
porque tanto la crisis medioambiental como la socioeconómica son de raíz sexogenérica.
¿El varón es culpable?
No
simplifique: el sistema patriarcal capitalista. Un orden de valores que
desvaloriza, esclaviza y explota a las mujeres, cuyo trabajo en casa y en el
campo ha sido siempre el verdadero sostén de la humanidad.
¿Desde cuándo sometemos a la mujer?
Hablo
de era antropocénica, intrínsecamente destructiva de la naturaleza y de la
feminidad, ligada a la violencia y la guerra. No siempre fue así: en la remota
antigüedad venerábamos a diosas, representación del respeto a la Tierra Madre.
¿El capitalismo expresa el
patriarcado?
Obviamente,
es fruto de la prolongada explotación masculina, acumulativa y destructiva,
con violencia contra las mujeres, los niños, los débiles, las semillas...
¿Las semillas?
Las
variedades semillas de los cereales y hortalizas han sido seleccionadas por las
mujeres generación tras generación, durante miles de años. Las mujeres son las
parteras de la agricultura. Y ahora resulta que nos piratean las semillas...
¿Piratean? ¿Quién?
Grandes
corporaciones de agroingeniería alimentaria como Monsanto: modifican algún gen
de una variedad de semilla ¡y la patentan, como si no fueran de la vida, como
si fuesen suyas! Eso se llama biopiratería.
¿Tan grave es la cosa?
¡Nuestra
libertad está en juego! Perdemos variedades de semillas, empobreciendo este
patrimonio de la humanidad. Si viniese una plaga, la falta de variedad
arrasaría todo, o acabaríamos en manos de una corporación. El 1% de la humanidad
domina al otro 99%.
¿Podemos enderezar esto?
Luchando
juntos, sí. En India hemos conseguido nuevas leyes que protejan a los
campesinos de abusos, y también a las mujeres.
¿Ha mejorado el trato a las mujeres
desde su niñez?
Recuerdo
a las mujeres en las minas: se enfrentaron a una mafia armada, bloqueando la
mina. ¡Las mujeres son valientes! Cada vez que flaqueo, pienso en aquellas
mujeres y me vuelven las fuerzas. ¿Y sabe de dónde viene esa fuerza?
¿De dónde?
De la
hierba que pisan, de la tierra misma. El poder de la naturaleza está en
nosotras.
¿Y no en el varón?
También...,
si renuncia al patriarcado, sistema de explotación destructiva de la tierra, de
sus minerales, vegetales y animales. Tres aspectos expresan el patriarcado: la
colonización, el maquinismo industrial...
Las máquinas nos han reportado
prosperidad.
Sólo
para los que mandan. No hay progreso con maltrato a la naturaleza, si la
agredimos como a un objeto inanimado, eso es esquilmarla, un atraso. Y la
tercera expresión patriarcal es el atropello a la sabiduría de la mujer,
culminada por el capitalismo
¿Qué puede hacer el ecofeminismo?
Eco
viene del griego oikos: casa. De ahí economía: ¡sin el trabajo doméstico
femenino, no hay riqueza! Es un trabajo creativo. El capitalismo es extractivo,
destruye.
Un ejemplo?
Desde
1995, en India se han suicidado 300.000 campesinos, extorsionados
económicamente por los amos de semillas y pesticidas. Es un crimen contra la
Tierra y la humanidad. Incluyo los transgénicos.
¿Qué les pasa?
Causan
patologías: si hay más niños autistas que nunca, se debe a los transgénicos.
Es una afirmación arriesgada...
La
sostengo. Están afectando al desarrollo neuronal de los bebés y propician
cánceres en la población. ¡Hay que frenarlos!
Debe de ser usted una bestia negra
para muchos.
Me
llaman ludita, reaccionaria, incendiaria... Pero no me callarán. De las mujeres
vendrá la salvación, seguiremos luchando. Igual que fuimos lectoras de
semillas, ahora somos lectoras del presente y predictoras de la
biovicilización.
¿Qué es la biocivilización?
Hacernos
conscientes de que los humanos formamos parte de la Tierra, que no somos un
ente separado. Cambiemos de modelo y diluiremos las miserias del patriarcado:
cambio climático, desigualdad, insolidaridad, guerra.
¿Ecofeminismo al poder?
Frenaría
el proyecto tóxico de dominación sobre la naturaleza y la mujer, insalubre e
irresponsable. La naturaleza viviría, sería sostenible.
Y si no..., nos iremos a otro
planeta
Un
concepto muy patriarcal: seguir conquistando y destruyendo... No, respetemos
los recursos de la tierra y vivamos a gusto en este planeta: el ecofeminismo es
el camino de la biocivilización planetaria.