Virgen Negra de Regla (Chipiona) que en América Latina fue sincretizada con Yemaya. No conozco la autoría de esta imagen. |
Extractos
del libro “La Rueda de Izpania.
Manual de Fiestas de la Tierra y espiritualidad matrística en la península ibérica”
de Marianna García Legar.
Más información en www.libroruedadeizpania.blogspot.com.es/
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El 8 de setiembre se celebra el
día de las Vírgenes Encontradas, nombre que se refiere a estatuas de la Virgen
María que fueron encontradas escondidas en árboles, zarzales, piedras, pozos o
cuevas entre los siglos XI y XIII. Las Vírgenes Encontradas son, ni más ni menos,
que las Vírgenes Negras o Morenas, aunque actualmente muchas de estas imágenes
luzcan una encarnadura blanca porque se la cambiaron en algún momento. Sin
embargo no todas las Vírgenes Negras celebran su fiesta en este día.
Las
leyendas de todas las Vírgenes Negras siguen siempre un patrón similar. Entre
otros citaré que el relato suele explicar que fueron encontradas por pastores,
o por un animal –con frecuencia un buey o una vaca– que señalaban de manera mágica
un árbol, cueva o zarzal hasta que la imagen era descubierta. Cuando llevaban
las imágenes al pueblo, tercamente éstas regresaban solas por la noche una y
otra vez al lugar donde se habían encontrado, hasta que les construían allí una
ermita para rendirle honores. Esta explicación justificó que se establecieran
ermitas y santuarios marianos sobre antiguos lugares de culto pagano a la Madre
Tierra y a sus energías fecundadoras.
Las Vírgenes
Negras dieron continuación a los cultos de dos diosas muy importantes en la península
ibérica: Artemisa y Cibeles –ambas diosas que en sus orígenes fueron una gran
piedra negra–. Asimismo sus enclaves nos señalan lugares donde pueden
encontrarse montañas, árboles, piedras, pozos o cuevas que nuestra gente
honraba por considerarlos sagrados.
Mencionaré sólo algunas de las Vírgenes
Negras que se celebran el 8 de setiembre: Nuestra Señora del Tura (Olot),
Nuestra Señora del Claustro (Solsona), Nuestra Señora de Nuria (Queralbs),
Nuestra Señora de Covadonga (Asturias), Nuestra Señora de Guadalupe
(Extremadura), Nuestra Señora de Lluch (Mallorca), Nuestra Señora de Monserrate
(Orihuela-Alicante), Virgen de la Peña (Salamanca), etc. España y Francia son
los países en los que se pueden hallar más Vírgenes Negras. El tema es muy
extenso e interesante y volveré sobre el mismo en próximos escritos ya que
guarda muchas claves de nuestra historia.
No es casual que la fiesta de
las Vírgenes Encontradas se haya situado pues el 8 de setiembre, el mismo día
del nacimiento de la Virgen Niña. De alguna manera indica simbólicamente que
María nace, se hace visible o “es encontrada” para acompañarnos en la preparación
de la siembra. Nuestros antepasados observaron que la estrella principal de la
constelación de Virgo, desaparecía hacia el 15 de agosto para reaparecer en
torno al 8 de setiembre. Por ello el ciclo agrícola se asoció a estas
configuraciones estelares de Virgo y se situó el 15 de agosto como el día de la muerte de
la Virgen María y el 8 de setiembre como el de su nacimiento. En ese sincretismo una vez más
la figura de María era asimilada a la Madre Tierra, ya que ella moría cuando
concluían las mieses y nacía cuando se comenzaba a preparar la tierra para la
siguiente cosecha.
Extractos del libro
“La Rueda de Izpania. Manual de Fiestas de la Tierra y espiritualidad
matrística en la península ibérica” de Marianna García Legar. Más información
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