“La Luna nos
conecta con nuestra naturaleza cíclica”
Con Marianna, fundadora de Arboleda de Gaia. Una entrevista de
Rafa Palacios realizada en 2.006 que en 2.013 aún guarda actualidad.
Recién llegada de Glastonbury, tierra de antiguas sacerdotisas,
entrevistamos a la fundadora de la "Arboleda de las hijas de Gaia",
hermandad femenina precursora en España del "retorno de la Diosa" y
de la recuperación del legado de María Magdalena. Militante revolucionaria en
su juventud argentina Marianna, que llegó a España en los setenta como exiliada
política, se formó y trabajó a la vez en el mundo del diseño y del crecimiento
personal. Poco a poco su apertura al feminismo y al mundo espiritual la llevó a
contactar con la feminidad sagrada. Sus secretas ceremonias, cerradas a la
mirada de hombres, están atrayendo a decenas de mujeres que dicen vivir en
ellas una gran transformación.
¿De qué
fuentes bebe la "Arboleda de Gaia"?
Nosotras reconocemos a la Diosa tal y como la adoraban todos los
grupos étnicos del mundo, incluido el Occidente cristiano: la Diosa de los Mil
Nombres, representante de la vida de la tierra, la Gran Diosa de las luces y de
las sombras, aquella que es visible e invisible en la naturaleza: nuestra amada
Gaia. En ese camino estamos actualizando nuestros linajes de amazonas, de
meigas, de sorguiñas, de trementinaires, de curanderas, de Damas de las Cortes de Amor e incluso de monjas
(pues también en ellas puede encontrarse un legado espiritual de libertad
respecto a los mandatos de la sociedad patriarcal). Y lo estamos actualizando
desde el tercer milenio porque ese es nuestro derecho de nacimiento: disponer
de toda la sabiduría ancestral y también de los logros actuales, como la
informática y los anticonceptivos, por ejemplo.
¿En qué
consiste la magia en el siglo XXI?
Para nosotras magia es ser capaz de transformarse a una misma en
un nivel profundo y radical para luego transformar toda la sociedad. Esa es la
magia que nos interesa activar y, aunque parezca mentira, es bastante más
difícil que hacer llover.
¿Dónde
aparece el hombre en todos estos rituales?
El hombre camina a nuestro lado, pero para poder realizar nuestro
servicio es preciso que las mujeres tengamos espacios donde cultivar lo
femenino en la intimidad de un círculo de mujeres. Por un lado porque para
trabajar nuestras heridas necesitamos la confianza que nos brinda estar sólo
entre mujeres, y también porque cuando el hombre aparece pueden activarse
máscaras y rivalidades que entorpecen nuestro objetivo. El primer paso para una
relación armónica con el hombre es lograr que cada mujer se ame a sí misma
profundamente, sólo entonces esa mujer podrá amar a un hombre, o a cualquier
otro ser. En nuestros trabajos decimos que nos "enamorarnos" las unas
de las otras, lo cual no significa necesariamente que seamos lesbianas, sino
que aprendemos a amarnos a nosotras mismas a través del amor a nuestras
hermanas. Ese es el resultado de trabajar con el círculo de espejos, donde la
otra es un reflejo de la una, y en las demás vemos claramente reflejados no
sólo nuestros defectos, sino también nuestras maravillas.
¿En qué
consisten los actos que realizáis?
Son ceremonias de paso, pero intentar explicarlas con palabras es
una tarea vana que destrozaría su esencia. Nosotras decimos que trabajamos con
la "Creación de Belleza". Un acto de belleza es un acto trascendente
que, al contemplarlo, te transforma. Nosotras creamos portales dimensionales de
belleza que nos dan un trabajo impresionante, porque implican mover una gran
cantidad de material y de gente para poder realizarlos. Luego contemplamos esas
imágenes y allí aparecen las diosas que habitan en la esencia de cada mujer
normal. A eso le llamamos "Mirada-Visión" (como dice mi hermana
Teresa Olivella), plasmar la diosa que está en tu interior, porque si no eres
capaz de reconocerla en ti ¿cómo vas a experimentarla en el mundo? Luego cada
mujer puede llevarse esa imagen a su casa y ponerla en su altar, un altar en el
que ella es su propia diosa.
¿¿...Un
altar de una misma??
Atreverte a poner en tu altar tu propia foto es un acto de osadía
enorme, sobre todo porque para ser capaz de hacerlo hay que vencer la voz del
ego que te dice que eres ridícula o estás loca. Pero cuando tú, en medio de un
trabajo ceremonial, con tu "mirada-visión" eres capaz de ver la
belleza trascendente en TODAS tus hermanas, tanto en aquella que la sociedad
llamaría fea, o gorda, o vieja, como en ti misma... ¡Entiendes que todas pueden
ser hermosas cuando se honran a sí mismas... y que tú no eres una excepción! ¡Y
eso es revolucionario, porque cuando has visto ya no hay vuelta atrás!
¿Qué cuentan
las mujeres después de pasar por estas experiencias?
Hablan de la maravilla de haber descubierto lo que es ser mujer,
de haber entendido que nacer mujer significa ser guardiana de la vida. Hablan
del impacto de experimentar la fuerza y la enseñanza de la hermandad entre las
mujeres. Cuando nosotras nos reunimos ceremonialmente, el espíritu que
encarnamos (aún sin buscarlo) es el de la tribu arcana de las mujeres. Una
tribu muy antigua en la cual los hombres no estaban porque se hallaban fuera
cazando, y el espacio interno nos pertenecía por completo. Nosotras cantamos
todo el tiempo, tenemos nuestras bailarinas que danzan a la Diosa, nuestras
poetisas, nuestras artistas de todo tipo que se manifiestan en el círculo de los
espejos de la belleza. Yo le llamo el "harén de la Gran Madre", no
pertenece a ningún hombre, sólo a la Diosa... y a todas sus hijas.
¿Cómo se
llega a la Arboleda?
La Arboleda reúne un grupo de círculos abiertos que celebran las
13 lunas nuevas del año en varios lugares de Iberia y participar en ellos es
una manera de conocernos. También tenemos un blog donde hay muchísima
información para que sirva de inspiración y material de debate a todos los
círculos de mujeres. Realizamos un par de veces al año laberintos con más de
500 velas que se recorren en meditación y también son una herramienta de
contemplación. Todo nuestro trabajo es sin fines de lucro y esa es una de las
esencias de Arboleda de Gaia. Para poder integrarse en Arboleda de Gaia es
necesario que te presente una mujer que ya sea miembro de la sororidad y
participar de la Ceremonia de Presentación de Mujeres de Candelaria, que se
celebra una vez cada dos años. También podéis conocernos participando en algún
laberinto, en alguna ofrendan de la sangre menstrual a la tierra o de los ritos
de paso de menopausia. Es fundamental sanar la relación con nuestra sangre
menstrual que ha sido uno de los estigmas más grandes de la cultura patriarcal:
mancharte con tu menstruación y que alguien te vea es una de las vergüenzas más
grande que las mujeres pueden sufrir, porque mostrar esa sangre es tabú.
¿Aún no se
ha cerrado esa herida?
Esa herida aún está abierta, y quizás en España más que en ningún
otro lugar dado el peso enorme que ha tenido aquí la iglesia católica. Para la
iglesia, la menstruación es el resultado del pecado original que nos hizo
perder el paraíso, cuando lo cierto es que esa sangre es sagrada: es la única
sangre del cuerpo humano que brota sin herida ni violencia, porque es sangre de
vida.
¿Qué te
parece todo este movimiento actual alrededor de la figura de Maria Magdalena y
el retorno de la diosa?
Yo creo que forma parte de un cambio de conciencia generalizado
que nos lleva hacia una espiritualidad no religiosa. Todos y todas tenemos una
sed que no se sosiega con nada que pueda comprarse o venderse, porque necesita
beber de fuentes simbólicas y mitológicas. Podemos practicar el budismo o el
taoísmo, podemos incluso ser agnósticas o ateas, pero si hemos nacido y vivido
en este país nuestro legado mitológico es cristiano y es un legado riquísimo
del que no es necesario renegar. Para ello es imprescindible diferenciar
tradición de religión y reivindicar que hay una espiritualidad cristiana, con
un rico bagaje de símbolos y leyendas, no es propiedad exclusiva de la iglesia
católica, sino de todo Occidente. No puede ser que estemos abiertos a cualquier
tradición exótica, pero rechacemos la que hemos recibido de nuestras ancestras
directas, como herencia natural. María Magdalena fue llamada Apóstola de
Apóstoles y encabezó la oculta Iglesia del Amor, que defendía la revelación
directa del espíritu sin necesidad de intermediarios. A la vez ella es la clave
secreta de lo femenino en la tradición cristiana, una clave que, aunque
subterránea y oculta, ha sobrevivido con fuerza. Hoy la Diosa en gran parte del
planeta se llama MARIA, y a través de sus arquetipos (Virgen Negra, Inmaculada
Concepción, Virgen Niña, etc.) también podemos acceder a una espiritualidad
femenina que sane nuestras relaciones con el legado espiritual de nuestras
madres y abuelas, mediante prácticas populares y sencillas que nos acercan a
los demás. Quiero decir que si te pones a recitar mantras tibetanos en un
hospital para algún enfermo todos te van a mirar raro, pero si recitas el
Avemaría, generalmente se van a sentir reconfortados. De todos modos esto no
significa que nosotras seamos un grupo religioso… No lo somos porque consideramos
que las religiones pertenecen al pasado y siempre dividen. Nosotras lo que promovemos
es una espiritualidad comunal vinculada a la Tierra.
¿Qué papel
tiene la luna en vuestros rituales?
La Tierra en nuestra madre, y la tomamos como maestra que nos
enseña qué es lo femenino desde una perspectiva no cultural, sino universal. La
Luna, en cambio, es nuestra hermana, el espejo que nos permite comprender con
facilidad nuestra propia naturaleza cíclica a través de su ciclo de 29,5 días.
Cuando asumimos nuestra sincronía con la luna, entendemos la naturaleza de la
realidad: todo lo que entra en el mundo de lo manifestado, se desarrolla, muere
y renace en la danza eterna del ciclo Vida-Muerte-Vida. Las mujeres somos, ante
todo, seres cíclicos pero el neoliberalismo patriarcal en que vivimos no puede
aceptar seres cíclicos porque no son productivos. Cuando una mujer tiene su
menstruación, su "luna" como nosotras decimos, lo que necesita es
quedarse en la cama, no porque esté enferma sino porque es el momento de
interiorizarse y soñar para nutrirse de su fuente interior; sin embargo tiene
que levantarse para ir a trabajar. Eva Perón planeó una ley para que las
mujeres se pudieran quedarse un día en casa cuando tuvieran su regla; yo creo
que las mujeres de hoy también deberíamos reclamar ese derecho.
Entonces,
¿sois adoradoras de la luna?
No adoramos a la luna porque el nivel de conciencia del tercer
milenio no es el de la prehistoria, cuando realmente creían que la Luna era una
ente misterioso que habitaba el cielo. Consideramos la luna un símbolo vivo que
nos permite entender y celebrar nuestra propia naturaleza cíclica. Esto pone en
marcha procesos internos que transforman la visión del mundo y de la vida de
toda mujer que mantenga esta práctica en círculo durante un tiempo prolongado.
¿Hacia dónde
crees que puede ir la Arboleda?
Hace ya tiempo que la espiritualidad femenina tomó consistencia en
el mundo anglosajón, pero aún hoy, en el año 2006, en el mundo hispano es un
tema pendiente. Creo que la Arboleda tiene su papel a realizar en el mundo de
habla hispana en ese sentido. Nuestras hermanas latinoamericanas están haciendo
un trabajo importante rescatando del olvido las diosas anteriores a la
conquista y el legado casi perdido de las machis y curanderas nativas. Pero es
a nosotras a quienes corresponde desvelar y resignificar a el sagrado femenino
dentro de la tradición de Iberia.
¿Cuál es tu
papel dentro de la Arboleda?
La Arboleda es el fruto de una visión que cambió el rumbo de mis
días, hace ya 13 años. En realidad voy viendo paso a paso hacia donde vamos y
muchas veces soy yo la primera sorprendida por los resultados y los giros del camino.
Por un lado es necesario que me ponga a escribir sobre nuestro trabajo, ya que
eso nos permitirá llegar a más número de mujeres con el anhelo de alcanzar el
famoso número crítico que transforme la conciencia de todos. Pero el mayor
desafío es la práctica de nuevas maneras de trabajar juntas ejercitando una
dirección no jerárquica. Nuestras ceremonias están conducidas por círculos de
varias mujeres, -entre otras no quiero dejar de mencionar a mis hermanas Angels
San Miguel y Pilar Vergés,- así ofrecemos a las participantes varios arquetipos
con los que pueden resonar y la certeza de que hay muchos caminos que conducen
a la realización de una misma. El desafío es ser flexibles e innovadoras,
seguir experimentando nuevas formas en el camino ceremonial que hemos elegido
como método de trabajo, y a la vez ofrecer un trabajo serio y comprometido que
nazca del corazón.
Y finalmente
¿Cómo se puede contactar con la Arboleda?
Es muy sencillo, enviando un correo electrónico a:
arboledasecretaria3@yahoo.es.
Entrevista
de Rafa Palacios, Junio de 2006.