• María la alquimista en la Biblioteca de Alejandría


Por Francisco R. Villatoro - www.francis.naukas.com
Voltaire afirmó en 1764 que “hay mujeres letradas como hay mujeres guerreras, pero nunca ha habido mujeres inventoras.” Obviamente se equivocaba. Desde el inicio de los tiempos las mujeres han sido decisivas en los grandes avances de la tecnología y la innovación. El invento por excelencia con nombre de mujer es el baño María (muy utilizado tanto en laboratorios de química como en nuestras cocinas). Su inventora fue María la Judía o la Profetisa o la Alquimista, que vivió y trabajó en la Biblioteca de Alejandría, dos siglos antes de Hipatia de Alejandría. Quizás las dos mujeres más importantes en la ciencia de su época. Dos grandes inventoras. Nos lo cuenta Margaret Alic, “Women and technology in ancient Alexandria: Maria and Hypatia”, Women’s Studies International Quarterly 4: 305-312, 1981.
La química nació con la alquimia. María La Judía fue la primera química que vivió y trabajó en Alejandría durante el primer siglo de nuestra era. María firmaba como la Profetisa, hermana de Moisés, lo que ha causado que algunos historiadores erróneamente identificaran a la Miriam bíblica con una alquimista. María escribió varios libros, pero todos se perdieron con la destrucción de la Biblioteca de Alejandría. Aún así, se han conservado algunos fragmentos que han sido citados por alquimistas y enciclopedistas del primer milenio (como Zósimo de Panópolis, s. III).
Las teorías alquímicas de María tuvieron una importante repercusión, pero lo que más nos llamaría ahora la atención fueron los aparatos de laboratorio que inventó (que conocemos gracias a las descripciones de Zósimo). El baño María ha sobrevivido hasta nuestros tiempos como una pieza esencial del equipamiento de un laboratorio químico. María también inventó un alambique de tres brazos. En la izquierda de la figura vemos la descripción de Zósimo y en la derecha una reconstrucción moderna (utilizada por los alquimistas y químicos hasta bien entrado en s. XX). Una variante de este alambique de tres brazos es el tribikos.
También inventó el kerotakis, que se utilizaba para obtener una substancia negra llamada “negro
Kerotakis de María La Judía.
de María” (la primera etapa de la transmutación de los elementos alquímica). El
kerotakis se utilizaba para muchas cosas entre ellas extraer esencias (aceites) de plantas para obtener perfumes. María también inventó muchos procedimientos alquímicos (hoy les llamaríamos químicos) para obtener diferentes productos (químicos).
Gran parte de la obra de María la Judía se perdió debido a la persecución en el s. III del emperador romano Dioclesiano hacia todos los alquimistas de Alejandría. La alquimia pasó de ser una ciencia experimental a un arte rayando lo esotérico. Los árabes preservaron gran número de los artes de María la Judía y sus discípulos, y las hicieron llegar hasta la Edad Media. Pero entonces la alquimia había degenerado de química a mística. Aún así, gran número del instrumental de laboratorio desarrollado por María la Judía se ha preservado en aras a la “mística alquímica” hasta nuestros días.
Por si no lo sabes, Isaac Newton fue uno de los primeros químicos, quiero decir un alquimista más. Aunque muchos historiadores inician la historia de la química (más allá de la alquimia) en el s. XVII, realmente hasta bien entrado el s. XVIII no podemos hablar de química en el sentido moderno del término. Newton como María la Judía fueron precursores de la Química moderna.